13 de marzo de 2012

Por qué decirle a tu hija que es linda puede causarle más daño del que supones [Psicología]

Probablemente para cualquier padre, abuelo, hermano o incluso amigo de una chica, resulta natural halagarla mencionándole cuán bien luce. Sin embargo cuando se trata de niñas pequeñas, aquel inocente cumplido podría estar cimentando un inesperado daño a largo plazo. 

El concepto comenzó a ganar difusión de la mano de la abogada y consejera Lisa Bloom, a través de su libro: “¡Piensa!: Animando a las chicas a ser listas en un mundo que las idiotiza”. En él, la profesional llama la atención sobre cómo nuestro mundo obsesionado con la imagen va inculcando en las mujeres que su apariencia es más importante que cualquier otra cosa.

“El problema no es sólo que un 25% de jóvenes declaren que prefieren ser atractivas a ser inteligentes; más bien se trata de toda una cultura que hace una elección racional: premiar a las chicas por cómo lucen más que por lo que piensan”, escribe Bloom. La consejera sugiere que los padres y el entorno familiar de las niñas es el primero en inducirlas por este camino, mencionándoles constantemente lo “lindas” que lucen o que podrían ser, en comparación con los niños, quienes frecuentemente son relacionados con otros valores.

“Cuando salgo con mis hijos, Rafal, de un año de edad, suele recibir muchos comentarios sobre cuán ‘listo’, ‘amistoso’ o ‘sonriente’ es. Sin embargo mi hija Hannah de 3 años sólo escucha cumplidos sobre su pelo o su vestido. Son comentarios bien intencionados, pero que nos recuerdan el mundo en el que crecerán: Rafal estará bien siendo amistoso e inteligente, pero Hannah será constantemente juzgada por cómo se ve”, agrega sobre el tema la columnista del diario británico Daily Mail, Naomi Greenway.

Para Greenway, este futuro basado en la imagen es preocupante. Una encuesta de la BBC descubrió que 6 de cada 10 niñas de 12 años de edad piensan que serían más felices si adelgazaran, mientras que un estudio de la revista Girl Guiding UK descubrió que las chicas menores de 10 años suelen vincular la felicidad con el aspecto de su cuerpo. Peor aún, sólo en Inglaterra el número de cirugías para aumentar el tamaño de los pechos en adolescentes aumenta en un 150% año tras año.

De allí que cada vez más padres estén preocupados de no exacerbar en sus hijas el culto al cuerpo y las apariencias. Pero, ¿cómo lograr esto en un mundo donde todos parecen seguir la tendencia a “celebrar” la hermosura? Según la psicóloga Susie Orbach, autora del libro “La gordura es un asunto feminista”, no se puede aislar pero sí “inmunizar” a las pequeñas contra esto. “Cuando los otros le digan que ‘es tan linda’, podemos estar de acuerdo pero también agregar que es grandiosa en deportes o tocando un instrumento musical”, explica la especialista.

“Es natural vestir a las chicas de forma femenina y no hay nada malo en ello en tanto no sea lo único en lo que te enfocas”, agrega la psicóloga Sandra Wheatley. “Si luchas contra la naturaleza humana, siempre perderás la batalla”, sentencia.


Obtenido de: BioBio - Chile

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